Estilo industrial y esencia ochentera en este dúplex inspirado en los clásicos lofts neoyorquinos. La reforma se centró en revitalizar los revestimientos y mejorar la funcionalidad de la vivienda, manteniendo la premisa de reutilizar elementos originales como los suelos y puertas de madera. La necesidad de crear un entorno flexible se materializó en la integración de la cocina con la sala de estar y el comedor. La cocina cuenta con una carpintería minimalista en tonos grises y detalles en negro, lo que realza la estética industrial.

Las paredes y el techo se revistieron con una pintura de efecto hormigón, aportando continuidad visual. La sala de televisión se fusiona con la zona de estar, donde los tonos neutros y el mobiliario personalizado en madera y metal aportan un equilibrio entre lo moderno y lo funcional.

La paleta de colores se mantiene en tonos grises, con detalles en negro que aportan profundidad. El baño en suite, revestido en porcelanato y azulejos de cemento, cuenta con encimeras de granito gris castillo cepillado, siguiendo la misma línea de diseño que el resto de la vivienda.

Proyecto: Morada 3112 Arquitetura @morada3112
Fotos: Júlia Tótoli @juliatotoli.foto